Microsoft Office 2007 y 2010

Microsoft Office es una Suite de oficina donde encuentras aplicaciones de escritorio y oficinas. Fue lanzado por Microsoft en el 1989. La primera versión de office contenía Word, Excel y Power Point. Con el tiempo estas aplicaciones han crecido.

Hoy día podemos hacer una comparación desde Microsoft Office 2007 y 2010. El Office 2007 incluye nuevas características, la más notable es el interfaz gráfico llamado office fluent. El mismo remplaza al menú y a la barra de herramientas. También esta versión incluye las aplicaciones de office, como Excel y Word. Aunque office 2007 incluye nuevas aplicaciones algunos usuarios se han quejado acerca de la perdida de barra de herramientas flotantes con iconos personalizados y botones de textos. Algunos publicadores no aceptan propuestas en Word 2007 ya que el editor de ecuaciones de Word 2007 es incompatible con Word 2003 y con las versiones previas y cuando se convierte en un archivo DOCX a DOC las ecuaciones son transformadas en imágenes.

Microsoft Office 2010 se convierte en sucesora de office 2007. Office 2010 marca el debut de office web apps, una versión gratuita que incluye Word, Excel, Power Point y One note que trabaja únicamente en navegadores web.

Como podemos comparar para nuestro uso será mucho más conveniente trabajar con office 2010 ya que el mismo nos dará más aplicaciones extendidas con más libertad de manejo a nuestra conveniencia.

LA VIDA

La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.

La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es un misterio, descúbrelo.

La vida es promesa, cúmplela.
La vida es amor, gózalo.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es una tragedia, domínala.

La vida es aventura, vívela.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es vida, defiéndela.

MADRE TERESA DE CALCUTA

Un ratito con Dios!!!

A veces cuando rezo es como si Dios estuviese en todas partes cerca de mí - tan cerca que no me gusta decir amen. Decir amén es como si terminase una conversación telefónica con El. Digo yo que sería estupendo si, en vez de colgar el teléfono, pudiésemos dejar el teléfono descolgado para siempre. Así, cada vez que nos acercásemos al teléfono para escuchar, escucharíamos a Dios respirando el otro lado del teléfono